La única montaña que una persona necesita conquistar en su vida es esa voz en su interior que duda de sí misma. No se trata de la percepción de un talento, ni de un juego de suerte, sino de una guerra sobre la felicidad y la infelicidad. Hay quienes siempre esperan un reconocimiento, un éxito, para atreverse a admitir su valor, sin saber que la verdadera confianza es la semilla que florece en las ruinas, el sonido de los pasos que avanza incluso cuando nadie aplaude. Recuerda, el mundo es un espejo, y cómo te defines a ti mismo es cómo te responderá.
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La única montaña que una persona necesita conquistar en su vida es esa voz en su interior que duda de sí misma. No se trata de la percepción de un talento, ni de un juego de suerte, sino de una guerra sobre la felicidad y la infelicidad. Hay quienes siempre esperan un reconocimiento, un éxito, para atreverse a admitir su valor, sin saber que la verdadera confianza es la semilla que florece en las ruinas, el sonido de los pasos que avanza incluso cuando nadie aplaude. Recuerda, el mundo es un espejo, y cómo te defines a ti mismo es cómo te responderá.